viernes, 19 de octubre de 2012

Moda de la Empoca Actual





Las mujeres usan vestido o pantalón esta último suele ser entallado, usan blusas de tela delgada y los zapatos por lo general son de tacón alto de 8 centímetros o más. Suelen usar bolsas de mano enormes de colores que combinan con su ropa, el pelo tiene un corte hasta los hombros. Usan además en su muñeca pulseras y en el cuello collares de bolas medianas o grandes estas bolas pueden ser desde plástico a perlas o piedras hermosas.









Los hombres se visten por lo general con pantalones un poco aguados, usan zapatos chatos y la mayoría tenis, también pueden usar camisas la mayoría de manga corta por el calor y de tela delgada de un solo color, otros usan de manga larga con corbata y saco pero son los menos. Usan además cinturón y un reloj en la muñeca izquierda los colores tienden a ser uniformes y más bien oscuros.

Epoca Contemporanea

En los '50 se usaban las polleras largas, hasta la rodilla o más abajo, algunos hombres todavía llevaban sombrero. La vestimenta era formal. Esto se rompe en los '60 (1960 a 1970), con la irrupción de la minifalda y los hippies -con su ropa informal-, abarcó toda clase de jóvenes, de todo poder adquisitivo.
En losn '70 -la época de Grease y Travolta-, la ropa es como la ves en las películas, se acentúa la moda "disco", por eso los pantalones oxford, las plataformas, la ropa multicolor. También para toda clase social.

En los '80, cambian los peinados, los pantalones son hasta la cintura, se "calma", se "tranquiliza" la moda, por decirlo de algún modo.
En los '90, los primeros años (1990 a 1995, aproximadamente), continúa lo de los '80, pero con algunas modificaciones que impone el gran auge de los medios de comunicación: la mujer ultra-delgada, los hombres metrosexuales (los que están una hora frente al espejo antes de salir a la calle) y la cultura del hombre light (siempre joven, pendiente de la belleza, etc.), por lo cual la moda también se "achica" (pantalones hasta la cadera, hiper ajustados, remeras ajustadas

Moda en la Epoca del Porfiriato

En cierta ocasión, Daniel Cosío Villegas afirmó que la sociedad mexicana del ocaso porfiriano había sido fielmente retratada por las fotografías y películas en blanco y negro. Los poderosos y la clase media –decía– vestían la levita, un saco negro que les llegaba casi hasta las rodillas, realizado en paño y con solapas de seda. Mientras tanto, indios y campesinos portaban camisa y pantalón de manta blanca.

Sin duda, en cuestiones sociales los contrastes eran manifiestos, pero en materia de vestimenta existía, además del blanco y del negro, toda una gama de colores que nunca pudieron ser captados por la albúmina y el nitrato de plata. Desde siempre, la ropa ha sido un código social, un recurso para hacer evidente la clase a la que se pertenece. Sin embargo, en el México de principios del siglo **, la ropa trataba de ser también un indicador ante el mundo del alto grado de civilización que, en treinta años de dictadura, se había alcanzado.

Los empeños por “civilizar” a los mexicanos en lo referente a su vestimenta comenzaron alrededor de 1887, cuando las autoridades se fijaron la meta de “pantalonizar” a los indios y mestizos que hasta entonces se habían ataviado con un simple calzón de manta. Penas y multas se impusieron a quienes no se cubrieran con pantalón; se dijo inclusive que su uso favorecía a los pobres que al ser conminados a portarlos, gastaban más dinero en esa prenda y mucho menos en los elíxires que se expendían en las cantinas, pulquerías y piqueras. En realidad, los verdaderos beneficiarios de las leyes pantaloneras fueron “La Hormiga”, “Río Blanco” y demás fábricas de textiles, que de esa manera vieron incrementada la demanda de las telas que producían.

Al iniciarse los festejos por el primer centenario del inicio de la guerra de independencia, los responsables de las garitas que resguardaban los accesos a la Ciudad de México recibieron la orden de impedir el ingreso de todo aquel que no vistiera pantalones. Naturalmente, también podrían llevar sombrero de ala ancha, paliacate y sarape de colores, así como chaquetín o chaparreras de gamuza o carnaza, pero jamás calzones. Las mujeres deberían vestir con similar decencia, portar faldas largas blancas o de colores, blusas recatadas y rebozos en tonalidades sobrias.

Por su parte, la indumentaria de los poderosos incluía, además de la levita, frac, smoquin y sacos en tweed para las ocasiones informales, con una paleta que sumaba al negro el azul, café, gris Oxford, verde seco, beige, blanco y marfil. El caballero vestía trajes conforme lo obligaba la ocasión y el momento del día. Complemento obligado era el sombrero, que debía ser, según el caso, de copa, bombín o cannotier. Finalmente, la pertenencia a una clase privilegiada se hacía evidente en la opulencia o austeridad de los anillos, relojes, leontinas y fistoles, así como en los puños de los bastones o paraguas, y en la calidad de las corbatas y foulards de seda.

Epoca Colonial

Las vestimentas eran de colores claros.En los vestidos de las mujeres se usaba el llamado CORTE PRINCESA,por debajo del busto.Los zapatos solían ser de tela,en muchos casos eran hechos a mano y en algunos casos también llevaban algún que otro bordado.Estilaban el rodete, sostenido con una peineta,dejando caer algunos bucle al costado de las mejillas.

 
Los hombres usaban chaquetas entalladas y pantalones ceñidos al cuerpo,TODO EN COLOR NEGRO.Debajo la camisa era más ceñida que el saco,eran de color blanco.A ningún hombre de clase le podría faltar la galera y el bastón, que coronaban el atuendo.El saco era más corto de adelante,con dos faldones por detrás.El pantalón era entallado desde las piernas hasta las rodillas.Debajo del pantalón o calzón,sobresalía hasta los tobillos un calzoncillo largo hasta los tobillos en color blanco

Moda De la Epoca Prehispanica







La vestimenta cotidiana que actualmente usan algunos grupos indígenas en México es resultado de una larga tradición artesanal y simbólica que surgió en la época prehispánica y sufrió algunas modificaciones durante la Colonia.

La indumentaria de cada región de nuestro país tiene rasgos complejos, característicos y diversos, sobre todo los trajes típicos que usan en rituales y ceremonias; sin embargo, la técnica con la que se elaboran los tejidos y el corte de las telas continúa siendo similar a los de siglos atrás.

La ropa de uso cotidiano de las mujeres indígenas es más colorida y vistosa que la de los hombres, además, conserva más los rasgos prehispánicos. En la parte de arriba se suele utilizar: el quechquemitl, una especie de blusa triangular con la punta hacia abajo, formado por dos rectángulos. Esta prenda era usada principalmente por la élite, incluso se puede apreciar en la representación de la diosa de las aguas terrestres, Chalchiuhtlicue, en el códice Fejérváry-Mayer.

Algunas esculturas femeninas mayas, toltecas, teotihuacanas y aztecas portan el quechquemitl. Actualmente, esta prenda es de uso común en las comunidades otomíes de Querétaro e Hidalgo, huastecas y nahuas de San Luis Potosí, purépechas de Michoacán y huicholes de Jalisco.

El huipil es parecido a una blusa cuadrada sin mangas. También existen piezas prehispánicas teotihuacanas, mayas y aztecas donde se observa la utilización del huipil por parte de las deidades, incluso el códice Florentino muestra algunos ejemplos de esta prenda.



Este tipo de indumentaria se encuentra en Oaxaca, usada por los mazatecos, triques, mixes y chinantecos, y en Chiapas, en lugares habitados por tzotziles y tzeltales.

Por otra parte, la blusa bordada no aparece en ninguna figura precolombina debido a que este atuendo comenzó a usarse durante la Colonia, y ha permanecido como parte de la indumentaria característica de los pueblos indígenas hasta nuestros días. Es utilizada principalmente por mujeres nahuas de Puebla, otomíes de Tlaxcala y purépechas de Michoacán.

La prenda de la parte inferior o que se colocan en la cintura son: enagua y enredo o falda, esta última se llama así porque existen distintas formas de atarse a la cintura, mediante una faja tejida que se amarra en la falda, pero si esta tiene resorte entonces la faja se ata en la blusa.

Las mujeres purépechas de Michoacán usan esta prenda en color negro y se distingue de otros grupos indígenas porque lleva flecos en los extremos.

El complemento del enredo y la falda es la faja bordada en telar de cintura, de uso común en Puebla, Chihuahua, Veracruz y Michoacán.